La permacultura (cultura permantente), más allá de una práctica agraria alternativa a la agricultura de desgaste, es un movimiento contracultural de componentes sociales y medioambientales que mantiene una atención constante en la relación cultura-naturaleza.
Y de eso saben mucho nuestros amigos de Enrama, que ya tienen preparado su nuevo Curso de permacultura aplicada al diseño de fincas y proyectos, a celebrar en La Cabrera (Madrid).
¡UN POCO DE PERMACULTURA, POR FAVOR!
Siempre nos preguntamos, a raíz del boom inmobiliario español, ¿hasta cuándo vamos a seguir con este tipo de construcción “voraz” sin tener en cuenta el entorno donde se construye?
Corren tiempos de reflexión en el sector de la construcción…
En Iniciativa Sostenible estamos especializados en la construcción bioclimática desde el año 2002. Tomamos esta dirección porque queremos cambiar, innovar, revolucionar el sector de la edificación y porque nos consideramos en parte “cómplices del desarrollo urbano”.
Es por ello que, en nuestros proyectos (mejorando día a día) tenemos en consideración, entre otras cosas, el concepto de PERMACULTURA (cultura permanente).
Qué es la permacultura
La Permacultura es un sistema holístico para diseñar ecosistemas auto-sostenibles siguiendo las pautas de la naturaleza.
Este concepto aplicado en origen a la agricultura, se puede aprovechar para todas las facetas de nuestras vidas, porque se trata de la interacción que tiene el ser humano con el resto de la naturaleza, y cómo puede obtener beneficio sin dañarla.
Los principios de la permacultura
La Permacultura parte de una ética fundamental:
- Trabajar con la naturaleza no contra ella.
Por ejemplo: la orientación solar, materiales ecológicos, aprovechamiento de los recursos disponibles, sol, agua, viento, tierra,…
- Convertir problemas en oportunidades, desechos en recursos.
Por ejemplo: aprovechamiento de las aguas pluviales para relleno de cisternas y lavadoras o las aguas residuales para regadía del jardín o huerto.
- Mínimo cambio para el máximo efecto.
Por ejemplo: Desarrollar el proyecto respetando la topografía de la parcela.
- El rendimiento de un sistema es teóricamente ilimitado.
Por ejemplo: Un molino de agua, microaerogeneradores, sistemas fotovoltaicos,…
- Todo afecta a todo.
Valoramos la interacción de los sistemas constructivos con el medioambiente y la salud del ser humano adoptando en cada caso la mejor solución posible, por ejemplo: las cubiertas ecológicas, sistemas de compostaje biológicos, aprovechamiento de materiales de la zona para evitar desplazamientos mundiales….
Cómo aplicar permacultura
Como comentamos, este concepto de la permacultura lo podéis aplicar en vuestra vida cotidiana. A continuación, hacemos un repaso de los consejos útiles para ahorrar energía y conseguir un confort natural en vuestras viviendas (*):
1. Para mantener el calor dentro de la vivienda.
- Ponte más ropa y menos calefacción. Es ilógico vestir ropa de verano en la época invernal.
- En invierno basa tus actividades en habitaciones orientadas a Sur.
- En invierno las cortinas que queden abiertas durante el día y cerrarlas a la noche.
- Usar cortinas muy forradas y tupidas.
- Tapa las rendijas de debajo de las puertas, sin olvidar la circulación del aire.
- Instala ventanas de doble cristal más cámara de aire y carpinterías con ruptura de puente térmico.
- Instala muros con gran aislamiento y cámaras de aire.
- Selecciona los aislantes ecológicos: celulosa, lana de oveja, corcho,… y evita aislantes químicos, tóxicos y derrochadores de energía para su fabricación.
- Instalación de suelo radiante o sitúa los radiadores lejos de las ventanas.
- Usa estufas de leña, biomasa.
2. Para conservar el agua.
- No dejes los grifos abiertos, ni laves con chorro de agua constante.
- Dúchate en lugar de bañarte.
- Dúchate solamente en caso de ser necesario. No abuses de la ducha, y si puedes dúchate acompañado.
- No tirar de la cadena cada vez que vas al baño.
- Coloca una botella de agua en la cisterna para reducir el volumen de agua.
- Desvía el agua gris del lavabo a la cisterna.
- Instala un váter seco.
- Recicla el agua del baño/ducha/fregadero en el jardín, o depúrala a través de un sistema de lechos de grava y carrizo.
3. Para ahorrar electricidad.
- Enciende solamente las luces necesarias.
- Usa bombillas de bajo consumo y larga duración.
- Utiliza bombillas de pocos watios en corredores.
- Reduce los electrodomésticos que no sean imprescindibles (lavavajillas, microondas,…)
- Lavar a mano en lugar de la lavadora, y si lo haces, cárgala completamente y usa ciclos cortos y más fríos.
- Usa un tendedero de cuerda o plegable en lugar de la secadora.
- No laves la ropa con frecuencia y plancha lo mínimo.
- Mantén el congelador lleno, o no lo tengas. Aprende a preservar secando los alimentos y por otros métodos.
- Utiliza menos la televisión.
- Usa menos la aspiradora.
- Usa herramientas manuales en lugar de eléctricas.
- Elige una compañía eléctrica comprometida con las energías renovables.
4. En la cocina.
- Evita aditivos y las comidas procesadas.
- Reduce el consumo de productos animales y ten en cuenta el kilometraje la comida, que es la distancia que un producto ha viajado antes de llegar a tu plato.
- Apúntate a una cooperativa de consumidores de productos ecológicos o a un sistema de cajas de verdura en lugar de ir al supermercado.
- Come más comida cruda, germina semillas de soja, lentejas, etc (en vez de cocinarlas).
- Cuece las cosas a fuego lento en lugar de hervirlas.
- Usa una cocina “caja de paja” o una olla a presión para las legumbres.
- Recicla todos los desperdicios de la cocina por medio compostero.
5. Para crear un hogar sano.
- Reduce elementos tóxicos que afecten a tu casa y al resto del entorno.
- Evita los productos de supermercado potencialmente peligrosos y usa sustancias básicas para la limpieza: el bicarbonato es ideal para restregar el fregadero, el baño y la nevera. La sal común es desinfectante, y el vinagre destilado elimina las manchas de la ropa y los depósitos de la cal del agua.
- Utiliza jabones y champús “simples”.
- Utiliza pinturas al agua y barnices naturales en lugar de productos con disolventes.
6. Para hacerlo tú mismo.
- Aprende a ser un “manitas”, tanto en bricolaje como en reparación.
- Cómprate buenas herramientas y cuídalas bien.
- Practica empezando poco a poco desde hacer un banco hasta hacer un invernadero solar.
- Utiliza materiales de la zona y evita maderas tropicales y procedentes de los grandes almacenes. Busca en carpinterías de la zona.
- Utiliza recursos locales y biológicos.
(*)FUENTE:
LIBRO: PERMACULTURA: UNA GUÍA PARA PRINCIPIANTES
AUTOR: GRAHAM BURNETT