Esta es una cuestión que va a surgir desde el punto de vista de un grupo creciente tanto de promotores como de propietarios.
- El promotor: Buscará lograr una etiqueta energética “A” para conseguir una diferenciación respecto de una oferta actual de vivienda basada en estándares de bajo o medio aislamiento y por lo tanto separarse de una tipología de alto consumo energético.
- El propietario (o autopromotor de su propia casa): Buscará una vivienda con gastos mínimos en la factura energética y con un nivel de confort alto resultado de disponer de una casa con gran aislamiento y estanqueidad.
Actualmente el Código Técnico de la Edificación (C.T.E) dispone de una serie de herramientas de cálculo de la etiqueta energética, hablamos de un software reconocido y homologado por el IDAE, de programas tales como: Lider, Calener, Ce3, Cex3, Cerma. Existen también aplicaciones como Tekton, el cual dispone módulos de conexión a estos programas para la obtención de la mencionada calificación. Como el objetivo de este artículo es el de compartir mis conclusiones con las personas interesadas en este tema paso directamente a ellas:
A.- Es posible conseguir una calificación A siempre que hagamos lo siguiente (1+2):
1.- Diseñemos una instalación basada en una fuente de energía “Biomasa/renovable”. Con lo que deberemos plantear para la instalación de calefacción y de producción de a.c.s una caldera de Biomasa (Pellets, astillas o leña) o bien un equipo de bomba de calor renovable (interesante documento del IDAE “Prestaciones medias estacionales de las bombas de calor para producción de calor en edificios»). Según este documento, una bomba de calor es renovable en Madrid si consigue un COP de 3,85, para de esta forma lograr superar un SPF (coeficiente de rendimiento medio estacional) de 2,50. Las bombas de calor de calidad alta de varias marcas lo consiguen (ente ellas Daikin Altherma). Recordar que una máquina frigorífica o bomba de calor recoge el calor (energía que existe de forma local en el aire entorno a la unidad exterior) de un foco frío y lo lleva a uno caliente, siendo la energía aportada al foco caliente muy superior a la energía necesaria para realizar este trabajo, siendo este parámetro el COP (Coeficience of performance).
2.- Definamos un nivel de aislamiento y de estanqueidad de la casa que deberán de cumplir con los niveles mínimos que exige el C.T.E (DB-HE. Ahorro de energía, revisión septiembre 2013). Obligando para ello, en una zona climática como Madrid (D3), a unos valores límite de transmitancia térmica en fachada de 0,66 W/m2K, en suelos de 0,49 W/m2K y cubiertas de 0,38 W/m2K, aunque si tomamos los valores característicos medios asumiendo el coeficiente global minorador por efecto de efecto sombra, puentes térmicos y filtraciones de aire deberemos manejar unos valores aconsejables en fachada de 0,27 W/m2K, en suelos de 0,34 W/m2K y cubiertas de 0,22 W/m2K, con valores para carpinterías con captación solar media de 1,6 a 1,8 W/m2K ( tabla E1. Parámetros característicos de la envolvente térmica). Estos datos implican un aislamiento medio de entre 10 y 14cm según sea fachada o cubierta, valores entorno al doble o incluso triple que en el anterior DB-HE. (para más info Isover dispone de una tabla de cálculo de aislamientos mínimos).
B.- Sorprende mucho en el cálculo de la etiqueta energética que no exista un mayor equilibrio entre el parámetro de aislamiento térmico-estanqueidad con el de fuente energética. Esto es así porque el sistema de calificación española prima la baja producción de CO2 de nuestro consumo energético mucho más que la baja demanda energética de la construcción debido al aislamiento estanqueidad de la envolvente térmica. Por lo que se puede tener una casa pasiva de 100m2 muy bien orientada a sur, aislada y estanca, vivienda que cumple con los parámetros del estándar más exigente a nivel Europeo (Passivhaus) con demanda de calor de solo 10w/m2, que por lo tanto solo necesite de un radiador eléctrico de 1.000W con fuente energética electricidad (efecto Joule) que la etiqueta resultante será deficiente por utilizar como fuente de energía la eléctrica (en concreto una “D” para zona Madrid). ¿Es esto lógico?, a mi me parece que no.
C.- Si la calificación energética no es una prioridad pero sin embargo nuestra intención es la de saber que consumo va a tener realmente nuestra casa, aconsejo en este punto el que se utilice un programa de cálculo de cargas térmicas con una introducción de datos en base a un modelo 3D, mejor que los sistemas simplificados ya que estos no son muy precisos en reflejar la morfología de la envolvente de la edificación (aleros, retranqueos, salientes, etc). Actualmente en el mercado existen programas que nos consiguen un cálculo preciso de w/m2 demandado por la edificación, dato muy valioso porque nos permitirá saber que tamaño de equipo necesitaremos ( “término de potencia”) y que consumo tendremos al año en Kwh/m2a. No he trabajado con todos pero destaco entre ellos Tekton (procedimientos uno) y PHPP ( Plataforma Passivhaus España), también es de destacar Vasari (Autodesk) y cualquiera de los homologados para obtener la calificación energética que nos brinda el Lider-Calener del ministerio que nos permitan una entrada de datos más rigurosa, tipo Cerma o Ce3.